viernes, 23 de marzo de 2012

Toy Story 3. Lee Unkrich (Animation). 2010.



No creía que una tercera parte me pudiera sorprender y emocionar de tal grado como lo ha hecho esta nueva entrega de personajes tan singulares. La historia está perfectamente construida, con unos cambios de acción y con una profundidad en los personajes que hasta la mismísima Barbie sale bien parada, y mira que nada más verla sentí cierta aversión por su sospechosa intromisión. Además en la trama se observa una crítica de la opresión, muy al uso pero suficientemente clara para la ideosincrasia industrial. Hay frases memorables como la de la señora Patata "los juguetes no están hechos para la Universidad" o el discurso político de la muñequa más famosa del planeta recordándonos mensajes humanistas que llevan siglos intentando ser protagonistas. Y la despedida del niño, la desposesión de la materia, uno de los mitos que impiden una auténtica libertad para muchas doctrinas, está tratado de forma magistral, con ciertas dosis de sentimentalismo pero con un pragmatismo acorde con los tiempos por llegar. Hasta el deux machine funciona muy bien, que gancho, propicio para el cambio paternal del señor Patata. Y los créditos, siempre sorprendentes, con la nueva guardería que dirigida por esa pareja moderna sin preocupaciones deficitarias, lleva un más armonioso clima laboral ymantenien una correspondencia epistolar con el nuevo hogar de nuestros ilustres amigos.

martes, 20 de marzo de 2012

Atrapado en el tiempo (Groundhog day) Harold Ramis. 1993.




No había visto esta película pero gracias a que hago caso a recomendaciones y gustos de amigos cinéfilos he vuelto a comprobar que no suelen equivocarse. La cinta, a pesar de tener unos años y tener una estética muy pasada (que daño hicieron ciertos colores en los noventa) fluye gracias a un guión y una historia muy cuidadas donde asistimos a la evolución moral y vital de un periodista sin caer en melodramatismos de sobremesa y con un acertado y certero Bill Murray en plena efervescencia creativa. Volver al día anterior cada noche puede ser un suplicio o una oportunidad, según se miré, pero también puede ser la verdadera oportunidad de ver las cosas de otro modo, de querer salir de cualquier cliché opresor y ser capaz de mirar sin esa indiferencia tan usual hoy. Así nuestro hombre del tiempo al observar que no puede escapar del ciclo ni por arriba, ni por abajo, decide coherentemente seguir el medio, lo natural dentro de la vida social del hombre que no es sino participar de la cultura que le rodea para a través de ella poder dar sentido a su tiempo, a su vida.
Además destila un humor muy sugerente gracias a unos personajes bien construidos, ciertamente estereotipos, que logran pulsar el mecanismo de la risa con su sola presencia (el antiguo amigo, a pesar de su reiterativo discurso, es cada día más gracioso). Una comedia romántica muy recomendable y de las que hoy faltan en cartelera, recomendables, pues por títulos que no sea...

lunes, 12 de marzo de 2012

Criadas y señoras (The Help). Tate Taylor. 2011.




Muy recomendable film sobre la estupidez de los complejos raciales y las apariencias en la sociedad norteamericana. A pesar de que a mi juicio, el guión queda algo cojo con dos historias importantes (el noviazgo de la señorita blanca y la pérdida de su niñera) que quedan retratadas de modo irreal e incompleto, el resto sin hacer demasiadas concesiones a cierto sentimentalismo o a la viva crudeza emocional, sabe llegar al centro del espectador mostrando pequeñas pero decisivas pinceladas que rotulan el carácter hipócrita de la mayoría de los hechos que acontecen en nuestro derredor. La película es una coral de mujeres, una gran sinfonía interpretativa (Viola Davis, Octavia Spencer y Emma Stone a destacar) donde ellas cargan con todo el peso de la narración, incluso con esa narración sumergida emanada de la inmemorial dominación masculina que bien ganado tiene el puesto entre los prejuicios humanos. En esta magnífica coral observamos hasta la saciedad la importancia que tiene el salirse de la órbita del hecho para poder juzgarlo con imparcialidad, la importancia de la identidad y de la historia en la configuración del presente con todas sus vergonzosas imparcialidades mantenidas a golpe de estupidas razones egoístas, que ciegan a los hombres y mujeres haciendo que cada paso emancipatorio sea contrarestado por leguas regresivas que nos hacen comer a todos de la misma mierda.