Con una fuerza visual impactante se presenta esta historia de enajenaciones y sentimientos, que sin perder demasiado esa galería de imágenes a lo largo del film, termina dejando al espectador inconexo, desalentado por no percibir más que unas pinceladas de varias historias finalmente inconclusas e indeterminadas.
Park Chang-wook es especialista en narrar, con gran fuerza dramática, a través de imágenes profundamente cuidadas y elaboradas, aunque en esta ocasión se sirve igualmente de esta técnica, la suma de la historia y los personajes no cuadran bien con el resultado final, no es que el cine sea el terreno de las matemáticas exactas y menos aún cuando aborda una temática como la aquí presente, pero las referencias enseñan y dirigen caminos que apuntan a esa totalidad universal a la que aspiran dichas ciencias sistemáticas, sólo es necesario recrear Alguien voló sobre el nido del cuco o Leolo para comprobar lo dicho y ver otra fuerza dramática superior en la elaboración de la llamada pérdida de cordura.
Park Chang-wook es especialista en narrar, con gran fuerza dramática, a través de imágenes profundamente cuidadas y elaboradas, aunque en esta ocasión se sirve igualmente de esta técnica, la suma de la historia y los personajes no cuadran bien con el resultado final, no es que el cine sea el terreno de las matemáticas exactas y menos aún cuando aborda una temática como la aquí presente, pero las referencias enseñan y dirigen caminos que apuntan a esa totalidad universal a la que aspiran dichas ciencias sistemáticas, sólo es necesario recrear Alguien voló sobre el nido del cuco o Leolo para comprobar lo dicho y ver otra fuerza dramática superior en la elaboración de la llamada pérdida de cordura.
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