Gracias a que existe un mañana podemos experimentar la esperanza, el anhelo por la posibilidad de que todo cambie y que una nueva luz ilumine nuevos sentimientos que aparten lo podrido y el sufrimiento. Esta es la consecuencia a la que se enfrenta Cuarón con esta apasionante película de ciencia ficción de graves y no tan lejanas secuelas de continuar con el impulso del iluso estado del bienestar. Filmada en un tono azul contaminante la película camina bastante bien a pesar de ciertas complejidades no bien tratadas en guión (demasiado pasado por explorar, y mucho del presente sin definir), y de la incompletud de ciertos personajes, quizá haya excesivos, aunque en su mayoría están bien tratados. El final también me parece demasiado calzado, demasiado irreflexivo e incoherente con un desorden del que salen muy bien paradas nuestras esperanzas, sin embargo el calado humano de la cinta y una buena dirección artística y técnica merecen que sean valorados en mayor medida que las deficiencias.
Notas sobre imágenes, imágenes como notas. Audiovisual desde algún lugar interior en movimiento.
martes, 27 de julio de 2010
lunes, 26 de julio de 2010
Hombre mirando al sudeste. Eliseo Subiela. 1986.
Muy acertada mirada hacia la locura y su antagónica cordura a pesar de que el guión no llege a estar a la altura en momentos precisos y de que la música juege a veces un papel demasiado relevante. También fallan numerosos elemetos técnicos pero lo importante es la apuesta, unos diálogos de gran fuerza y una gran interpretación de un "locuerdo". La obra respira una grandísima humanidad transmitiendo cuál fuerte puede llegar a ser la tiranía de lo sentimientos, de cómo éstos guían inevitablemente nuestro destino pues aquél que no es capaz de sentir no puede llegar a ser considerado persona. Hay que enviar datos como hace el protagonista del film, pero no a otro planeta sino a nosotros mismos y a los demás, y éstos han de referirse a cómo nos sentimos y de qué manera podemos llegar a variar la situación. Expresemos el sentir.
domingo, 25 de julio de 2010
Valkiria (Valkyrie). Bryan Singer. 2008.

Al fin veo una de Cruise y no es una fantasmada sino todo lo contrario ya que la cinta está muy bien narrada, mantiene unos grandes niveles de tensión y emoción a pesar del consabido final fallido y no abusa en exceso de los momentos sentimentales. Es una obra con bastante rigor informativo-descriptivo que mantiene al espectador a tono frente a la trama de traición, demasiado informativa diría yo pues me parecen innecesarios los mapas que aparecen en una conversación donde no los había. Me gustó la caracterización del nerviosismo de un personaje por el tabaco y alguna cosa más en cuanto a imagen se refiere, pero ahora no apetece recordar tras tres películas, así que si te interesa no seas vago y échale un visionado que no está nada mal.
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