martes, 10 de noviembre de 2009

Zatoichi. (Zatôichi). Takeshi Kitano. 2003.


Las apariencias no son lo que parecen pues los sentidos nos engañan. A partir de esta premisa Takeshi Kitano nos introduce en una historia de samurais, de personajes que no necesitan presentación, un samurai usa la espada, esa es su filosofía y presentación, la acción como paso inexcusable en el devenir humano.
Destacable el uso sonoro diegético del trabajo, de la laboriosidad, creando una atmósfera y conjugándose al ritmo e historia de la película pasando del compás del trabajo por chapoteos funestos hacia un cenit musical, que sin saber dónde situarlo en la escena musical japonesa debido a mi ignorancia, lo asocio a una mezcla de flamenco y claqué que me deja algo despistado.
También resaltar esas referencias humorísticas, casi todas ellas debidas a un nefasto uso de la espada o a una torpeza desmedida de los personajes secundarios que bien recuerdan a esos clásicos del género, siendo uno de los maestros Kurosawa, merecidamente homenajeado en la escena de la lluvia.

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