martes, 27 de julio de 2010

Los hijos de los hombres (Children of men). Alfonso Cuarón. 2006.


Gracias a que existe un mañana podemos experimentar la esperanza, el anhelo por la posibilidad de que todo cambie y que una nueva luz ilumine nuevos sentimientos que aparten lo podrido y el sufrimiento. Esta es la consecuencia a la que se enfrenta Cuarón con esta apasionante película de ciencia ficción de graves y no tan lejanas secuelas de continuar con el impulso del iluso estado del bienestar. Filmada en un tono azul contaminante la película camina bastante bien a pesar de ciertas complejidades no bien tratadas en guión (demasiado pasado por explorar, y mucho del presente sin definir), y de la incompletud de ciertos personajes, quizá haya excesivos, aunque en su mayoría están bien tratados. El final también me parece demasiado calzado, demasiado irreflexivo e incoherente con un desorden del que salen muy bien paradas nuestras esperanzas, sin embargo el calado humano de la cinta y una buena dirección artística y técnica merecen que sean valorados en mayor medida que las deficiencias.

lunes, 26 de julio de 2010

Hombre mirando al sudeste. Eliseo Subiela. 1986.


Muy acertada mirada hacia la locura y su antagónica cordura a pesar de que el guión no llege a estar a la altura en momentos precisos y de que la música juege a veces un papel demasiado relevante. También fallan numerosos elemetos técnicos pero lo importante es la apuesta, unos diálogos de gran fuerza y una gran interpretación de un "locuerdo". La obra respira una grandísima humanidad transmitiendo cuál fuerte puede llegar a ser la tiranía de lo sentimientos, de cómo éstos guían inevitablemente nuestro destino pues aquél que no es capaz de sentir no puede llegar a ser considerado persona. Hay que enviar datos como hace el protagonista del film, pero no a otro planeta sino a nosotros mismos y a los demás, y éstos han de referirse a cómo nos sentimos y de qué manera podemos llegar a variar la situación. Expresemos el sentir.

domingo, 25 de julio de 2010

Valkiria (Valkyrie). Bryan Singer. 2008.




Al fin veo una de Cruise y no es una fantasmada sino todo lo contrario ya que la cinta está muy bien narrada, mantiene unos grandes niveles de tensión y emoción a pesar del consabido final fallido y no abusa en exceso de los momentos sentimentales. Es una obra con bastante rigor informativo-descriptivo que mantiene al espectador a tono frente a la trama de traición, demasiado informativa diría yo pues me parecen innecesarios los mapas que aparecen en una conversación donde no los había. Me gustó la caracterización del nerviosismo de un personaje por el tabaco y alguna cosa más en cuanto a imagen se refiere, pero ahora no apetece recordar tras tres películas, así que si te interesa no seas vago y échale un visionado que no está nada mal.

El hombre leopardo (The leopard man). Jacques Tourneur. 1943.


A medio camino entre cine de terror, cine policial y misterio llega a confundirse esta historia que de no ser por un par de grandes e inolvidables secuencias no hubiese llegado a convertirse en un clásico, pero hay estaba la mano de Tourneur hábil para captar esos momentos trágicos de luces y sombras, de escenas fuera de cuadro, de angustia provocada por ese uso magistral del campo. Como historia decae bastante pues el personaje detectivéstico obligado moralmente junto a la solución del intelectual atormentado dejan bastante que desear. Sobresalen más todos aquellos momentos secundarios, aquellos en los que se nota la mano directora como aquel magistral en el que la madre ve como corre la sangre de su hija por debajo de su puerta. Lo peor, la típica imagen errónea del pueblo mexicano con castañuelas y todo.

El ladrón de cadáveres. The body snatcher. Robert Wise. 1945.


Béndita serie B que hoy día aún entretiene una plácida tarde de domingo veraniego. No hacen falta para contar una historia de terror grandes personajes, ni grandes efectos, ni un maquillaje espectacular, sólo una gran historia (Stevenson), un buen par de actores (no por Lugosi que apenas aparece) y la mano de quien después sería un grandísimo director, se sirven para entretener y atenazar al espectador ante el espectáculo de la miseria humana. Quizá le reste mérito ese final con la pérdida de la cordura tan repentina de un personaje que había mostrado cierta entereza moral, sin embargo la fuerza del personaje de Karloff, ciertos juegos de luces y sonidos como el de la ambivalencia del sonoro carruaje o la moralidad y sensibilidad presentes en la trama confirman la profundidad y valía del film.

lunes, 19 de julio de 2010

Two lovers. James Gray. 2008


La pasión amorosa guía la vida hasta que ésta se alza y detenta el sustento vital, la racionalización del amor frente a la fantasía platónica ofrece el modelo bipolar sobre el que se sustenta esta narración situada en la comunidad judía neoyorkina. El director nos ofrece un viaje por esa bipolarización amorosa que sufre nuestro personaje suicida, a través de su lucha por encauzar esos sentimientos encontrados que sólo serán resueltos mediante con la consabida decepción. El film no se desenvuelve en el típico tono de comedia romántica ni tampoco llega a ser un verdadero drama, se desenvuelve bien camuflándose entre esos dos géneros para contar bastantes más cosas que esa lucha amorosa, aunque del resto de situaciones sólo quepa mencionar las relaciones familiares y algo de la relaciones entre la comunidad judia sin que haya crítica en su elaboración, más bien reflejo de lo real.

domingo, 18 de julio de 2010

Roma (BBC, HBO, RAI) 2 temporadas.


La grandeza de Roma debía de ser retratada grandemente como pretende esta original serie a través de las aventuras de dos personajes menores en una entrega cargada de eminentes personajes históricos. Quizá abarque un lapso temporal demasiado grande para las excasas temporadas en que se nos narran algunos de los acontecimientos más importantes de nuestra historia, sin embargo hay un logrado tratamiento del tiempo que añade un plus a la obra. Además una vez rotas las reglas historiográficas con la introducción de Pullo y Voreno en los acontecimientos clave, es casi imposible sostener a estos personajes en más situaciones sin caer en la inverosimilitud. Retrata de forma bastante coherente la sociedad romana tocando sus múltiples aspectos sin caer en muchos tópicos, lo hace de manera bastante realista, y eso a mi me agrada (no como la nueva "Spartacus" con ese estilo cómic tan de moda de la que he podido ver tres episodios sin aparente convencimiento). Lo único que personalmente no me ha gustado ha sido el actor que interpretaba a Octaviano, Augusto en la segunda temporada, su mirada me transmitía demasidado desequilibrio, no sé.