martes, 5 de octubre de 2010

Con faldas y a lo loco (Some like hot). Billy Wilder


Con esta irrepetible obra de arte continúa mi homenaje a Tony Curtis ya que aquí está a la altura de las circunstancias y hace gala de su camaleónico estilo vital dotando de una agilidad a la historia única e irrepetible. Eso si, se encuentra con el director de comedias por excelencia, ese dios del cine, al menos para Trueba y para mi, que junto a su fiel Diamond logran encumbrar la comedia irónica y satirizar la realidad con el archiconocido lema final. Igualmente tiene como compañero de viaje al enorme Jack, sin duda el mejor. Y ya que no hay nada imposible, comedias habrá que intenter imitar e incluso doblegar a esta cinta, sin embargo la peculiardidad de tan acertada historia dificulta otra lectura que no sea la obra misma pues su arte es tan esencial como cualquier artifico metafísico. De la película que decir que no se haya escrito o dicho y que recordar que ya no ocupe mi memoria y aflición. Si aún no la has visto, no sé cómo aún sigues leyendo... Imperdonable, pero claro nadie es perfecto.

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